miércoles, 23 de julio de 2008

María Música Sepúlveda v/s Mónica Jiménez

Hemos estado bombardeados toda la semana con informaciones sobre el "ataque" que Recibió la Ministra de Educación Mónica Jiménez de la Jara por parte de una estudiante de 14 años, en el momento en que la Ministra decidió retirarse del "Encuentro Participativo en Educación" cuando la audiencia presente comenzó a participar de este debate y la alumna María Música Sepúlveda se acercó a encararla por las constantes agresiones de que son víctimas los estudiantes al salir a expresarse contra la LGE, una ley que en nada soluciona los problemas que genera la LOCE de Pinochet.

Este acto fue calificado por la propia Ministra como "una demostración de su nula capacidad de dialogar", pero ¿cual es la capacidad de dialogo que ella ha demostrado ante más de dos meses de movilizaciones de todos los actores implicados en el tema educacional? La respuesta es nula, sólo ha contestado con gases lacrimógenos, carros lanza agua y violentos desalojos, es decir, con la más absoluta represión y de las más fuertes que se han visto en los últimos años.
La Presidenta Bachelet lo llamó "un acto que atenta contra la democracia" dejando cada vez más claro en su postura y la de su gobierno de que la democracia es para ellos reprimir a los que quieren expresarse contra un sistema malintencionado, y no que estos puedan encarar a quienes manejan este sistema.

A un par de días de ocurrido el hecho la Ministra emplazó a la madre de esta menor a "hacerse cargo de su hija" diciendo que "no es posible que esta niña esté desde los 11 años protestando en las calles", con esto se demuestra que a la Ministra le molesta de sobremanera que los niños crezcan con la conciencia de que las cosas se están haciendo mal y en beneficio de sólo unos pocos.

También los medios de comunicación han criminalizado este acto y lo han relacionado con las "violentas" manifestaciones que se han realizado últimamente, hecho en lo que no se han alejado demasiado de la realidad por que si tienen relación directa ya que en estas dos situaciones se ve el descontento generalizado que generan las políticas de gobierno de pactar en cúpulas partidistas cuando lo que pide el pueblo es mayor participación en las decisiones que los afectan tan directamente como la educación.

Incluso hay quienes han llevado este tema un poco mas allá, y lo han relacionado con una juventud que cada vez respeta menos el símbolo de la "autoridad", que si son capaces de atacar así a una secretaria de gobierno como serán en sus casas con sus padres o en los colegios con sus profesores; lo anterior atendiendo al hecho de que son personas de confianza de la presidenta de la República y son prácticamente intocables, pero dejan de lado el principio de lo que significa el respeto, que no es algo que se gane sólo por ostentar un cargo sino que se da por los actos realizados por cada persona, es decir, "el respeto se gana, no se merece".

Con esto presentamos nuestro apoyo a la reacción de María Música Sepúlveda ya que ante estos personajes que solo saben escucharse ellos mismos sólo queda presentarles resistencia, y también dejar en claro que esto no es un ataque (como se le ha intentado llamar), sino que es una vuelta de mano ante las constantes agresiones que reciben día a día los estudiantes en las calles al intentar expresarse.

También presentar nuestro total apoyo a la lucha estudiantil en vías de mejorar la educación para hacer una mejor sociedad, para que esta deje de crear maquinas operantes y comience a generar personas pensantes que hagan de nuestra patria un mejor lugar.


COMITÉ COMUNISTA DE QUILICURA

martes, 8 de julio de 2008

No hubo tal rescate


viernes, 04 de julio de 2008 Por Narciso Isa Conde

El régimen de Uribe es experto en las iniciativas espectaculares y los shows mediáticos. Y para eso cuenta con la nada despreciable ayuda de los poderosos medios de comunicación de EEUU y la oligarquía capitalista mundial. El 1ro de julio del año en curso el periódico El País de España daba cuenta de que: “Bogotá ha autorizado la reunión de dos negociadores europeos para discutir las condiciones para futuros encuentros para discutir el futuro de los secuestrados por las FARC, según han informado los medios colombianos. El antiguo cónsul francés en Bogotá, Noél Sáenz y el diplomático suizo Jean-Pierre Gontard partieron a comienzos del pasado fin de semana hacia un punto de encuentro en las montañas que el gobierno no ha facilitado y podrían haberse reunido ya con miembros del secretariado de la guerrilla, el principal órgano directivo, e incluso con el nuevo líder de las FARC” La “Agencia Popular de Noticias” de Venezuela precisó a su vez el pasado 2 de julio lo siguiente: “Cuando las Farc, en coordinación con emisarios de los gobiernos de Francia y Suiza, desarrollaban el traslado de los 15 retenidos en dos helicópteros, funcionarios del Ejército colombiano ya habían detectado y ocupado las aeronaves previamente” “Aunque el gobierno de Colombia anunció la operación como un rescate militar por parte del Ejército colombiano, según la televisión francesa, la liberación de Ingrid Betancourt, junto con 10 militares colombianos, un policía y los tres mercenarios militares estadounidenses, habría sido producto del desvío del helicóptero donde las Farc trasladaban a los 15 retenidos a un punto donde, supuestamente, serían entregados a Alfonso Cano, quien estaba negociando con una delegación francesa y suiza su liberación.” Esta claro: FARC convino en liberar a esos retenidos (as) para ser entregados a la referida delegación franco-suiza, que actuó a nombre de los países europeos “Amigos de Colombia”, los cuales ya antes habían intervenido a favor del canje humanitario de prisioneros. Recordamos que poco antes de ser bombardeado el campamento del comandante Raúl Reyes, éste estuvo dedicado a buscar la manera de liberar a Ingrid Betancourt y con esos fines tuvo contactos directos con el gobierno del Ecuador y de Francia. Entonces Uribe y sus jefes militares, con la complicidad y la tecnología del Pentágono y la ayuda de dos generales ecuatorianos vinculados a la CIA, planearon y ejecutaron la “operación quirúrgica” que exterminó el campamento del comandante Reyes. Así, violentando la soberanía territorial del Ecuador y provocando un genocidio- completado con el remate a tiros y palos de los sobrevivientes- se impidió entonces la liberación de Ingrid Betancourt. Ya antes, al inicio de este milenio, inmediatamente después de la captura por las FARC de esta ex-candidata presidencial colombiana, el autor de este artículo participó en gestiones por su libertad y también entonces el señor Álvaro Uribe interpuso una operación militar para bloquear ese paso, cuando estaba a punto de concretarse. Robo de la iniciativa a las FARC Ahora las circunstancias son distintas y Uribe y su régimen narco-para-terrorista decidieron actuar de otra manera. Como no podían negarse al pedido del diplomático francés Noel Sáez y del suizo Jean Pierre Gontard, aceptaron sus gestiones y autorizaron sus esfuerzos para entrar en contacto con el Secretariado de las FARC e incluso lo informaron nacional e internacionalmente desde el palacio presidencial. Las FARC aceptaron de buenas ganas la propuesta franco-suiza y se dispusieron a trabajar en esa dirección. Esos quince rehenes estaban distribuidos en tres puntos diferentes y distantes, y por esa razón dispusieron juntarlos en un punto común de la selva colombiana. Previamente se concertó un operativo civil, en helicópteros civiles, para hacer los traslados y proceder a organizar la ceremonia de entrega de los(as) prisioneros(as), en la cual al parecer participaría la dirección de las FARC y la delegación extranjera. Todo estaba convenido y los helicópteros civiles avanzaron en las direcciones previstas, solo que ni las FARC ni los representantes de Francia y de Suiza contaron con la astucia inescrupulosa de Uribe; pese a ser bien conocida y requete-comprobada. Quizás pensaron –y pensaron mal- que Uribe no se atrevería a tanto. Pero ni Uribe, ni la CIA, ni el Pentágono, iban a permitir que las FARC se anotaran ese tanto; menos aun si resultaba relativamente fácil impedirlo, volteando en ese punto la tortilla a su favor. Buenos tramposos, magníficos truhanes, expertos estafadores… se las ingeniaron para “intervenir” los vuelos de los helicópteros civiles, antes de llegar al punto donde se encontraban los(as) prisioneros. Tomaron militarmente las dos naves, disfrazaron de civiles a los militares y procedieron a engañar a los encargados de reunirlos en su plan humanitario. Jugada relativamente fácil, que evidentemente no necesitó de ninguna labor de infiltración previa en los grupos de custodias farianos, por más que insistan los uribistas en tratar de convertir esa mentira en verdad, para presentar unas FARC en supuesta y falsa desbandada. Necesitó simplemente conocer los helicópteros contratados en Bogotá por los negociadores extranjeros, precisar sus emplazamientos y posibles trayectorias a través de un seguimiento adecuado. El propósito no podía ser tumbarlos, ni tampoco realizar otra acción de exterminio como aquella realizada contra Raúl Reyes en la frontera con el Ecuador. Después de aceptar la gestión europea y de propagarla, Uribe y sus colaboradores no podían actuar de esa manera criminal –muy propia de su catadura- sin pagar un enorme costo político. La meta fundamental era impedir que las FARC plasmara el gesto que aprobó. Impedir la entrega formal de los retenidos a los intermediarios europeos y capturarlos por sorpresa para robarse el show. Estos tipos no solo son ladrones de pesos, dólares y propiedades. Roban también iniciativa y cuentan con un poderoso coro mediático que propaga su maniobra como una gran hazaña. No hubo rescate miliar de prisioneros, porque los(as) retenidos estaban a punto de ser entregados en el curso de un operativo civil y nadie de las FARC tenía órdenes de resistir y poner en riesgo la vida de esas personas. Hubo asalto militar de dos helicópteros piloteados por civiles desarmados, para entonces atribuirse la victoria por al liberación de quienes de todas maneras –y sin el riesgo de choque que implicaba ese operativo sorpresa- iban a ser librados. Uribe y el alto mando militar colombiano interceptaron el proceso y desviaron el curso a su favor. Todo –repito- para robarle la iniciativa a las FARC y alzarse con el show. Nada que felicitar en la conducta de Uribe Eso no merece felicitación alguna a Uribe y los suyos desde una postura francamente revolucionaria o sencillamente progresista y honesta. Tampoco demuestra la caducidad de la lucha armada como proclaman otros(as) que probablemente tendrán que recurrir a ella si las cosas siguen como van, si la “madre de todas las crisis” despliega su poder de arrastre, si la IV Flota de la Armada USA sigue en su agitado curso, si la base de Manta es trasladada a la Guajira colombiana (próxima a la frontera con Venezuela), si la “guerra climática” del Pentágono sigue ejecutándose, si el separatismo de factura imperialista persiste en fracturar Bolivia (primero) y Ecuador y Venezuela (después), si los paramilitares colombianos continúan su labor desestabilizadora en Ecuador y Venezuela, y si nuestros pueblos se ven obligados a desenvainar la espada de Bolívar. Quienes elogian a Uribe y concilian con él desde procesos diferentes y contrapuestos al engendro que él presenta, quienes lo consideran su hermano y los que guardan silencio frente a los planes tenebrosos de ese señor y de sus poderosos padrinos del Norte (ahora más revuelto y más brutal), en verdad-verdad afilan cuchillo para sus gargantas: le están dando oxígeno a una especie de sub-imperialismo perverso, instrumento de los halcones de Washington. Uribe es un criminal y no porque justamente le dijera en estos días el comandante Daniel Ortega, sino porque realmente mata a granel, dentro y fuera de sus fronteras. Cuenta con muchos sicarios y con un tutor feroz y voraz con sede en la Casa Blanca. No es casualidad el amor que le profesan Bush y McCain. Al que no le cuadra ni un pelito elogiarlo es al comandante Chávez, menos aun después que el líder de la revolución bolivariana le dijera hace poco tantas verdades merecidas: mentiroso, asesino, genocida, peón del imperialismo… Por eso cuando leo estas innecesarias felicitaciones y observo de su parte un inesperado espíritu de cooperación con Uribe, producto a mi entender de la razón de Estado, de la diplomacia mal entendida y de maniobras tácticas inconsistentes, se me desgarra el corazón. No comandante, lo queremos muchísimo. Valoramos como el que más el proceso antiimperialista y pro-socialista que usted ha catalizado en Venezuela y en nuestra América. Pero así no. Y en verdad no quiero pensar que en y desde Venezuela se esté comenzando a dar marcha atrás, sino que sencillamente se ha incurrido en un mal cálculo y en un error superable. Esa mi esperanza actual.